martes, 27 de marzo de 2012

Vol. 8 El "Efecto Champagne" ¿Vinos sólo para ocasiones especiales?

Hoy leyendo el artículo de Matt Kramer en el Wine Spectator de Abril 2012 http://www.winespectator.com/magazine/show/id/46485, me acordé del llamado “Efecto Champagne”, del que mi marido siempre habla cuando una botella de vino se guarda para una ocasión especial y que ahi se queda esperando porque ese momento taaaan especial no llega y que a veces cuando llega, al abrirla, nos damos cuenta que el vino está totalmente desbalanceado y desgraciadamente ha pasado su gran momento.
El sábado pasado tuve la oportunidad de asistir como voluntaria, a un evento en Seattle, llamado Old Soldiers, Soldados Veteranos… El evento fue organizado por David Franks con la finalidad de abrir más de 200 botellas de vino provenientes de su cava personal. La mayoría de los vinos tenían más de 20 años de edad y como él mismo los describió, algunos fueron increíbles, y a otros ya se les había pasado su momento. Unos simplemente no debieron de haberse  guardado, sino disfrutado justo después de haber sido adquiridos.  Bueno, y esto me hizo recordar de nuevo el “Efecto Champagne”, al pensar que cuántos de estos vinos tal vez  fueron dejados hasta que una ocasión especial llegara.
Estoy de acuerdo que hay vinos que vale la pena guardar para dejarlos desarrollarse, la magia del vino permite que éste vaya evolucionando y cambiando con la edad, al fin y al cabo es un elemento vivo. Pero como lo dice Matt Kramer en su artículo, ¿cuántas veces caemos en el error de guardar nuestro mejor vino para esa ocasión que parece nunca llegar?
Por eso hay que armar la ocasión, y no esperar para que esta llegue. La pregunta para abrir un vino, de esos especiales, no debe de ser cuando, sino con quién. Y esto resolverá para muchos, esa pregunta que a veces me hacen, de cuando es bueno abrir esta u otra botella de vino… Créanme, los grandes vinos, los mejores que he probado en mi vida, siempre tienen que ver con la persona con la que los comparto y la comida con la que los disfruto, o la ocasión que yo me armé para deleitarlos.
Entonces hay que pensar que hace en realidad a un vino tan especial como para esperar a esa ocasión “tan especial”. Más vale disfrutarlo en el momento que se nos antoja, y con quién se nos antoja, y no caer en la trampa del “Efecto Champagne”, no vaya a ser que se nos pase el momento, no crees?
En agradecimiento a David Franks, por dejarme participar en Su Ocasión Especial y para los que han abierto sus botellas especiales conmigo…

y, ¡De Lleno con el Vino!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Vol. 7 Vinos Alemanes del Mosel. ¡Dos ricos alemanes para enamorarse!

Los vinos alemanes pueden ser complicados y difíciles de entender debido a la gran variedad de clasificaciones con los que son catalogados. Además si nuestro primer acercamiento al vino alemán resultó provenir de una botella azul con un líquido alcohólico y azucarado (El Liebfraumilch),  ufff! pues eso puede ocasionar que se nos quiten las ganas de volver a probarlos. Pero hay mucho, muchísimo más que la botella azul.
Brevemente les platico que el vino alemán cuenta con uno de los mejores controles de calidad del mundo. Dentro del grupo de vinos de Calidad o "Pradikat" las uvas son escogidas una por una, de racimo en racimo, para elaborar 6 tipos de vino diferentes. Vinos maravillosos, dulces y secos, con un espectro de aromas y sabores magnífico que realmente no podemos dejar de probar. Así que no hay que dejarse intimidar por los complicados nombres alemanes que aparecen en la botella, y hay que acercarse a ellos. Yo nunca imaginé que me podía llegar a enamorar de un alemán :) y ¡acá les presento a dos!

  • Gunther Steinmetz 2008. Brauneberger Juffer. Riesling, Kabinett-Feinherb Mosel. 
¡¡Y que “#$%/&! significa todo esto!!
Bueno, para que se vayan familiarizando con los vinos de calidad alemanes les comento tres detalles de esta etiqueta. Riesling se refiere a la uva, una de las variedades más importantes en la elaboración de vinos alemanes, y el ícono que los identifica a nivel mundial. Kabinett se refiere a la cantidad de azúcar que contenía la uva cuando fue cosechada, en este caso la clasificación de menor concentración. Y Mosel, la región vinícola al suroeste del país y la más importante.
Bueno, ahora De LLeno Con el Vino...
El color es un amarillo pálido con reflejos verdosos, y ahora vamos con la maravilla de estos vinos, la nariz. En este vino se perciben aromas difíciles de encontrar en un vino blanco como frutos rojos frescos como fresas, y también flores como violetas, ¿se imaginan?, pero además continuando con los aromas terciarios, también se perciben aromas especiados del lado del clavo y la canela. En la boca, es un vino seco, de cuerpo ligero y siendo un Riesling, no podría faltar la elevada acidez que se balancea con las notas minerales, de limón y el característico aroma a petróleo. Y no hay que asustarse cuando encontramos notas químicas en un vino. En este caso, forma parte de la complejidad de este vino y resulta muy agradable.

  • Von Hovel 2007 Oberemmeler Hutte Riesling, Spätlese. Saar
Acá la palabra Spätlese se refiere también a la cantidad de azúcar que contenía la uva cuando fue cosechada, en este caso la uva es cosechada cuando está totalmente madura. Y Saar es la región productora y se puede considerar una subregión del Mosel.
Ahora el vino, en la copa es un vino amarillo pálido, casi incoloro y bien brillante. La nariz es bien afrutada, encontrando frutas blancas y delicadas como la pera y un toque de miel. La boca es súper agradable, a pesar de ser un vino seco, se reconoce una delicada nota dulce y acaramelada. Este vino me recuerda a esos caramelos con sal de mar que junto con la gran acidez, ¡guau! no podía dejar de recomendárselos.  
La dulzura de este vino se me antojó maridarla con una curry amarillo tailandés, para combinar los dulce y ácido del vino con lo picosito del curry…hmmm, ¡que rico!

¡Qué los disfruten y De Lleno Con el Vino!